Las personas que trabajamos en Residencia Ercilla en Bilbao, conocemos perfectamente cuales son las causas de los accidentes más comunes que sufren las personas de edad avanzada.
En todos los casos, la causa última de los percances más comunes hay que buscarla en los deterioros que el paso del tiempo origina sobre las facultades del anciano. A medida que nos vamos haciendo mayores vamos perdiendo la facultad de recordar los detalles más recientes, eso que los médicos llaman memoria a corto plazo. Podemos olvidar, por ejemplo, si nos tomamos esta mañana la pastilla con el desayuno y, sin embargo, recordamos perfectamente un día cualquiera de hace 50 años. Pero, al no recordar lo de la pastilla, el anciano se toma otra en la comida y así, día tras día, va duplicando la dosis y llegan las intoxicaciones. O realmente se olvida varios días de tomarla y, claro, no tiene ningún efecto. Por eso, en nuestra residencia de tercera edad llevamos un control estricto de la medicación que tiene que tomar cada uno de nuestros residentes.
El tiempo también es el causante de que perdamos reflejos y nuestros sentidos vayan poco a poco perdiendo agudeza. A veces el anciano tropieza simplemente porque no ha visto que la alfombra está algo doblada y ese tropiezo le hace caer porque tampoco los reflejos son iguales a cuando tenía 30 años. Una de las preocupaciones que tenemos quienes trabajamos en centros como Residencia Ercilla es la de controlar que no haya nunca objetos que puedan hacer tropezar a nuestros internos. Espacios amplios, libres de obstáculos, con baños geriátricos adaptados a personas con problemas de movilidad y/o en silla de ruedas, etc.
Hasta pronto